LAS GRANDES ALAMEDAS Y EL PROCESO POLITICO ACTUAL

PRESENTACIÓN
Próximos a reunirnos como “Grandes Alamedas” en diferentes instancias de debate en el nivel regional y nacional, he considerado pertinente hacer llegar las presentes reflexiones, como un militante más que quiere aportar al enriquecimiento de ese debate.

INTRODUCCIÓN
En el contexto de la naciente instalación del primer gobierno de una destacada militante de nuestras filas, tenaz luchadora por la democracia desde el día mismo del golpe militar y víctima directa de éste, la compañera presidenta MICHELE BACHELET, nuestro Partido realizó elecciones internas, a principios del presente año 2006.

FALSO DILEMA ELECTORAL
La construcción atípica de una mayoría de votos - matemáticamente elaborada para mantener el poder de los que estaban en el poder, donde convergieron las vertientes más discordes de la ‘sensibilidad’ partidaria y que aunó a muchos enconados adversarios - cuyo antecedente inmediato fuera el desplazamiento forzado (anticipado) de la dirección encabezada por el cda. Gonzalo Martner, precisamente, en razón de la ilegitimidad de estos hechos- condujo a sus dirigentes a buscar algún elemento diferenciador en relación con la lista “Grandes Alamedas”, que en el curso de los días de campaña había ido transformándose en un fenómeno no previsto, incluso, por sus propios integrantes.

Efectivamente, no existiendo bases sustantivas de diferenciación política, se levantó un falso dilema - lo cual resultó afortunado para el proyecto y futuro estratégico del Partido – y se pretendió hacer dirimir a la militancia entre aquellos más leales e incondicionales a la compañera Presidenta, versus quienes, supuestamente, no lo eran. LA HISTORIA HA DEMOSTRADO QUE EL DILEMA ERA FALSO, Y QUE TUVO UN PROPÓSITO MERAMENTE ELECTORAL.

SURGE UN GRAN LIDERAZGO Y UN GRAN MOVIMIENTO PARTIDARIO INTERNO

Fuera de todo cálculo y ya cansados muchos de ‘más de lo mismo’, se logra conformar en corto tiempo una alianza – más electoral que política - que se denominara GRANDES ALAMEDAS, la que acertadamente preside ISABEL ALLENDE, cuyo sustento principal se basó en los siguientes principios que deben constituir hoy la base de nuestro accionar individual y colectivo:

  • a) Adecuar la estructura interna del Partido hacia mecanismos más democráticos de participación, para que, efectivamente, este naciente nuevo estilo de “gobierno ciudadano” tuviera un correlato con el Partido de la Presidenta.
  • b) Hacer más inclusivo, desde todo punto de vista - participación descentralizada, de género, de culturas, de tolerancias, etc. - el quehacer y la vida interna del Partido.
  • c) Romper, de una vez por todas - de forma gradual pero a tranco decidido - con la lógica fraccional interna que durante tantos años ha maniatado nuestro accionar unitario, para lo cual, los nuevos liderazgos – tal como otros anteriores, de nuestro partido y de otras orgánicas – insuflaran nueva savia.
  • d) Ser militantes socialistas entregados en un cien por ciento a las tareas de éxito del Gobierno de nuestra Presidenta, pero separando claramente su rol de gobernante de su rol partidario, lo que implica no castrar nuestra capacidad de creación, crítica y representación de aquello que consideramos bueno y de aquello que no compartimos, de forma respetuosa y constructiva. El breve lapso corrido en estos seis meses nos ha dado la razón.
  • e) Impulsar de manera decisiva, con fuerza y decisión política, el cambio del sistema político chileno, evitando la perpetuación de una ya existente casta de funcionarios enquistados en el Parlamento y el Gobierno y que forman parte de una estructura de poder que está resultando un lastre para el país y para el prestigio del ejercicio de la política. Los eternos Diputados y Senadores deben dar paso a nuevos cuadros dirigentes y hacer cumplir, por tanto, los acuerdos que al respecto existen.
  • f) Generar las condiciones para que la vida interna, en todos sus niveles, se democratice y sus cuadros dirigentes sean relevados y/ó compartan distintas funciones internas que permitan un mejor juego de continuidad y ruptura. No se trata solo de cambiar a todos porque llevan mucho tiempo en sus cargos; se trataría más bien de incorporar nuevos cuadros y producir alternancias en las funciones, para que los aprendizajes sean también patrimonios colectivos.
  • g) Terminar con la corrupción electoral interna del acarreo y el voto dirigido, base de la destrucción del sistema político que hoy nos ha dado una fuerte alarma y debemos superar. NO es presentable que GRANDES ALAMEDAS triunfe en el 80 % de los comunales y la diferencia la hagan solo 4 comunas, con resultados electorales, para usar un eufemismo, francamente extraños. Sin lugar a dudas en esas comunas, no hubo fraude, en el sentido de suplantar identidades, incluidas las de personas muertas, pero se usaron recursos no explicados para ‘acarrear’ a cientos de personas con plantillas para votar. Por ese camino el Partido camina a la autodestrucción.
  • h) Propiciar el crecimiento del Partido, aumentando su padrón para llegar a ser el más grande de Chile, respetando de manera irrestricta la libertad de las personas que concurran a votar por su propia voluntad y medios. Ese grado de conciencia y probidad es el mínimo que debiéramos exigir a los miembros del padrón electoral.
  • i) Promover a los cargos de Gobierno a quienes son los mejores, desde el punto de vista político y humano, que posean mística y compromiso con la historia, en primer lugar; y, paralelamente, a los mejores técnicos que cumplan esta condición. Ni el vicio de nombrar a los que obedecen sólo a un sector ó tendencia ni el concurso de los mejores técnicos por sí solo, garantizarán el éxito de nuestro gobierno.

LAS TAREAS DEL PARTIDO EN LA ACTUAL COYUNTURA

Hemos vivido y aún vivimos las réplicas de uno de los momentos más difíciles de la Concertación. Unida a una cierta impericia política y falta de experiencia y capacidad técnica, una pequeña suma de errores -astutamente explotada por los medios de comunicación de la derecha- han resquebrajado las bases y unidad de nuestro conglomerado. Sin lugar a dudas ha existido falta de liderazgo desde los partidos y desde el Gobierno. Creo que el punto de inflexión se ha producido y la coalición y el propio gobierno han empezado a reponer la agenda, pero aún falta mucho.

  • a) Aún cuando el Partido ha salido casi ileso de los acontecimientos ante la opinión pública, aún están latentes situaciones que lo pueden afectar. Por tanto, desde ya se deben emprender acciones que neutralicen sus efectos. Las recientes medidas orientadores en cuanto a la ética partidaria y funcionaria van en ese camino, pero deben ser adecuadamente difundidas y aplicadas, de forma práctica.
  • b) Nuestro partido tiene una mayoría y una minoría que se expresan, principalmente, en la Comisión Política y no en la Mesa. Hoy, vemos una Mesa débil, donde la mayoría de sus integrantes no juega un mayor rol político nacional, salvo su Presidente y Secretario General. Nuestra organización no tiene la ‘cultura DC’ que suele ‘pasar la aplanadora’ de los vencedores. No obstante, vía Comisión Política y legitimación de hecho de otros interlocutores por parte de la Mesa, la situación se ha “salvado”. Ser inclusivo hoy significaría la conformación de una Mesa Unitaria que, apoyando ‘con todo’ las medidas anticorrupción y la agenda del Gobierno, se ubique tras la Presidenta como un solo cuerpo, unitario y potente. Ello constituiría un hecho político relevante que permitiría ejercer un mejor rol en la reorganización interna de la Concertación.
  • c) Ad portas de eventos partidarios y elecciones populares en los próximos 18 meses, el Partido debe, desde ya, LIMPIARSE de métodos corruptos de elección y ‘acarreo’, estableciendo una serie de medidas preventivas que impidan un desmembramiento ó crisis similares a las vividas recientemente por el PPD. Entre las medidas a tomar están: transparentar el padrón vía página Web; facilitar la incorporación de nuevos militantes; terminar de constituir los comunales elegidos; ‘abrir’, por la vía virtual, la información financiera de todos sus ingresos y gastos para toda la militancia y señalando claramente la estructura de gastos y sueldos de la administración central del Partido, etc.
  • d) Debe implementarse las medidas para retomar el espíritu del Congreso de Concepción, respecto del sistema electoral interno. No obedece a un procedimiento democrático el que los cargos colectivos sean elegidos por el sistema una persona un voto. La conformación de equipos y adecuadas representaciones de minorías, así como la necesidad de evitar máquinas aplanadoras, permitiendo al militante elegir personas con distintas virtudes y fortalezas, hacen obvia la necesidad de un sistema en que cada militante vote al menos por un 25 % de los cargos a elegir.
  • e) Enfrentados como país a un corto período de gobierno y, en el contexto extraordinario de la disposición - por segunda vez en nuestra historia republicana - de grandes recursos económicos, el Partido debe impulsar, en el nivel de la Concertación y del Gobierno, un Proyecto Estratégico de Largo Plazo del Chile que queremos construir. Este es un tema de Estado y para ello debe estudiarse la forma de generar la institucionalidad que haga el seguimiento de este ‘plan de vuelo’ que incluya a todo el espectro político, social e institucional del país, pues su importancia y alcance trascienden al actual gobierno y a los próximos. Desde ya debe pensarse en los ejes que permitirán, efectivamente, salir del subdesarrollo y poner en práctica los proyectos conducentes a ello, desde el punto de vista energético, de infraestructura portuaria, aeroportuaria y de carreteras, de los grandes planes de inversión para el desarrollo científico tecnológico, los mecanismos de resguardo para garantizar la calidad de lo que se produce, consume y exporta, el resguardo institucional y defensa de los consumidores nacionales, así como la creación de bases para la industrialización masiva de nuestras materias primas, agroindustriales, forestales, pesqueras y mineras.. Todo ello en un contexto de fuerte inversión social en el ámbito del mejoramiento de nuestra calidad intelectual, mano de obra, protección social plena y generación de mecanismos de integración social, cultural y de liberación plena para hacer de nuestro país un lugar para vivir, feliz, participativo, solidario, donde el crecimiento se logre preservando la naturaleza y el entorno.

NUESTRO PLENO APOYO A LA MESA, COMISION POLÍTICA Y COMITÉ CENTRAL. SIN EMBARGO, TENEMOS QUE IMPRIMIR UNA NUEVA FORMA DE HACER LAS COSAS.

Aún cuando quisiéramos que las cosas funcionaran de otra manera, que el Partido fuera más inclusivo, más participativo, con una mayor difusión de nuestras ideas y aportes, con una MESA de todos y no solo de un sector, ESTAMOS CON EL PARTIDO y APOYAMOS PLENAMENTE su accionar, en particular el de su Presidente. Nadie puede dudar de nuestro compromiso con la Presidenta Bachelet y de los sacrificios hechos para el éxito de su candidatura y de su Gobierno. Muchos de nosotros no sabemos cuándo ni de qué manera se le ha representado – si es que se ha hecho – que existen debilidades en el nivel político; que falta peso y liderazgo, que la agenda es orientada por la derecha en muchas áreas, a pesar de sus cuadros son mediocres o francamente malos. Lo cierto es que tenemos también a profesionales y políticos ineptos y potenciales corruptos – debido, entre otras cosas, a la forma en que se constituyó el Gobierno en los niveles intermedios y regionales – a personas mediocres y de poco compromiso y ética política, y por lo tanto, aunque nos duela, debemos hacer cambios profundos y definitivos, sin caer en la ingenuidad de que esta crisis sólo puede ser remontada por buenos técnicos. SOMOS un gobierno político y ese hecho es justo, loable, por lo cual, no debemos ceder ante la estrategia desacreditadora ni caer en una suerte de ‘cogobierno’ con la derecha.

Creo que todo el partido hoy está conciente de ello y sabe que está en juego el futuro de NUESTRO Gobierno, el más ‘nuestro’ después del que encabezara Allende. No podemos fallar y por lo tanto, toda mezquindad queda fuera de nuestro criterio de decisión. Ni amigos, ni operadores, ni pago de favores. SOLO los mejores políticos y técnicos, no importa si votaron por este ó aquél haciendo uso de su libre expresión democrática en las elecciones internas.

EL FACTOR DC

Una Mesa integrada, fuerte, unida tras nuestro Gobierno, podrá tener una interlocución mucho más legítima y válida con la DC. Existen síntomas preocupantes de algunos de sus dirigentes, como es el caso de Martínez en relación con la votación en la ONU ó las expresiones catastrofistas de Pizarro, Asencio ó Lorenzini.
El PS y la DC, conforman para el Chile del futuro, una alianza de carácter estratégico, que debe permanecer, a lo menos, hasta sacar al país del subdesarrollo, consolidar una institucionalidad efectivamente democrática y establecer un efectivo sistema completo de Protección Social, respecto del cual, por lo menos la comisión Económica Social DC, dirigida por French Davis, es más activa que la nuestra (que, según entiendo, ni siquiera existe).

Un trabajo oficial entre ambas dirigencias, anticipándose a los temas, le hará muy bien a la política, al país y al Gobierno. Sin mezquindad, si ello implica un cierto protagonismo de Soledad Alvear, mucho más importante es el beneficio que ello significará para nuestro Gobierno y el resultado de las próximas elecciones.

Al PS no le conviene que la DC obtenga un bajo apoyo en las elecciones de concejales y parlamentarias. Al PS y al Gobierno no le conviene una DC que, para obtener más votos, debe alejarse del Gobierno, optar por Chacao, contra Venezuela, por más plata para el gasto social, etc.

Reviste, por lo tanto, un carácter estratégico para la estabilidad y el éxito del Gobierno de Michele, un eje PS-DC muy unido, con agendas comunes, con planteamientos que potencien a ambos partidos y sus liderazgos.

Se debiera promover - sin perjuicio de que el PPD deba sumarse a este camino, pero entendiendo que sus preocupaciones se centran ahora en cuestiones de orden interno que debe resolver - tareas conjuntas DC –PS en los siguientes temas:

  • a) Uso de la riqueza actual de Chile en el futuro, aprovechando los excedentes del cobre: Comisión de estudio bipartita.
  • b) Implementar la mayor participación ciudadana y revitalizar el rol de las juntas de vecinos, sindicatos y clubes deportivos en relación con dicha participación.
  • c) Acelerar las reformas necesarias en Educación, con participación de dirigentes sociales de ambos partidos y juventudes.
  • d) Estructurar una institucionalidad que dé cuenta del proyecto de sociedad futura y seguimiento de macro proyectos nacionales.
  • e) Acentuar los mecanismos de control de probidad y lucha anticorrupción.
  • f) Otras que surjan del debate interpartidario.

El rol que ha jugado hasta la fecha el ex Presidente Frei en su relación con el Gobierno y en particular con la Presidenta, ha sido importante y asertivo. El Partido debe privilegiar - y no resulta contradictorio con la mesa de la DC pues él apoyó la candidatura de Soledad – una mejor y mayor relación en foros y actos políticos, en su calidad de Presidente del Senado, ya sea en relación con las actividades de la Fundación Chile XXI o en invitaciones a eventos partidarios, etc.

Para mediatizar y no afectar las relaciones con otros partidos, el PS debe ir asumiendo un rol “conductor” de la Concertación y del proceso político nacional e invitar a sus reuniones de Mesa a los Presidentes de Partidos – de la Concertación y la Derecha – a altos dignatarios de la institucionalidad política y social - Diputados, Consejo de Defensa del Estado, CUT, Presidente de Profesores, etc. para discutir de los grandes temas nacionales.


EL FUTURO DE LAS GRANDES ALAMEDAS. UNA VISIÓN AUTOCRÍTICA

Parafraseando a un viejo y barbudo filósofo, debo decir que muchos han tratado de interpretar lo que pasa en el Partido, pero ello no es suficiente, de lo que se trata es de cambiarlo, de transformarlo. A ello me interesa aportar.

Aunque no es mi estilo hablar desde un punto de vista personal, quiero hacerlo ahora para señalar algunas cuestiones que me parecen importantes. Por años, he tratado de hacer mi aporte a la lucha por el socialismo (período 69 - 73) y luego a reconquistar la democracia, entre el Golpe Militar y el término oficial de la dictadura. Durante esos dos períodos de mi vida me jugué entero por el Partido y la lucha social y política, salvo en los momentos necesarios para generar el sustento, tarea que siempre resultó difícil. A contar de 1990, decidí dejar dar un paso a un lado, dejando el espacio de protagonismo a aquellos que con diversos grados de preparación académica y ganas de trabajar para la naciente democracia, asumieran sus roles. Lo hice confiando en la capacidad de tantos que, esperaba, lo harían responsablemente y centré mi actividad, fundamentalmente, en el campo de los derechos humanos y la solidaridad, por todo lo que ello ha significado para mi vida – en especial mi formación personal y valórica - y la de aquellos que hoy no están y que la mayoría ha olvidado.


Luego de ocupar diversos cargos en la vida interna de la Juventud y el Partido durante el Gobierno de Allende y en la clandestinidad, opté por salirme de la “cosa interna” y no postular a incorporarme al Gobierno, porque pensé que otros podían hacerlo mejor que yo o disponían del tiempo necesario para dedicarse por completo a la tarea pública.

Lamentablemente, me equivoqué. En el año 1997, me reincorporé definitivamente, en la medida de mis posibilidades, a la vida interna, en lo que fue el preámbulo de Concepción, cuando nuestra militancia se rebelaba contra la forma de hacer política entre cuatro paredes y pretendía “tomarse el cielo por asalto”. Sin embargo, los dirigentes de esa corriente partidaria no perseveraron en su legítimo intento y sólo se lograron pequeños cambios y, como en el gato pardo, las cosas cambiaron para no cambiar.

El descalabro de Chiledeportes - quizás cuántos casos de corrupción más pueden todavía ser destapados – revela un hecho grave: organismos de Estado y Gobierno cuya función es servir a Chile y su pueblo, se usaron para el provecho propio de muchos que no han sido capaces de ganarse la vida de otra forma y que han usado como medio de ascenso social, el ser militante y operador al servicio incondicional de un lote. Todo a cambio de un cargo.

Todo ello me ha resultado moral y políticamente inaceptable y, no obstante mis responsabilidades adquiridas en el mundo privado - en el cual afortunadamente nada me falta – he decidido dar un giro para dedicarme plenamente y por el resto de mi vida, a la actividad política y pública. Me parece inaceptable que Salvador Allende, Jaime Tohá, Alberto Bachelet, Víctor Díaz, Carlos Lorca, Ariel Mancilla, Ezequiel Ponce, Octavio Bettinger, Alejandro Parada, Miguel Enríquez, Víctor Zerega, Ricardo Lagos Salinas, Carolina Wiff, Eduardo Paredes, Sergio Flores, Fredy Taberna, Alberto Galleguillos, Raúl Valdés y tantos otros, hayan entregado su vida por su legítimo compromiso con una sociedad igualitaria, justa y solidaria, y nosotros permanezcamos indiferentes ante lo que estamos viviendo. Con ellos, con su ejemplo, por sus familiares y amigos, no podemos defraudarlos.


Nos queda poco tiempo y no hay nada más importante que jugarnos el todo por el todo para que nuestra Presidenta sea la mejor de todos los presidentes que Chile haya tenido. Ella es la más cercana a nosotros, pertenece a nuestra generación, estuvo con el compañero Allende, luchó en la clandestinidad, sufrió presidio y tortura, y ahí está, cual bella ironía de la historia, para hacer de la justicia también algo trascendente y simbólico. Una mujer, una luchadora, una militante socialista de toda la vida.

En el contexto señalado, las Grandes Alamedas tendrán sentido si efectivamente sirven para ello. Para nadie es un misterio que en todo grupo humano – más aún si es numeroso – hay de todo, coexisten personas con muchas virtudes y otras también con muchos defectos. Algunos compañeros han sido heredados de otras orgánicas, particularmente aquellos provenientes de fracciones de otros partidos y que ingresaron al nuestro, en muchos casos, directamente a determinada tendencia ó fracción. Es difícil luchar contra la inercia de una estructura que ha funcionado por mucho tiempo con esos vicios, pero al menos lo intentaré.

En las Grandes Alamedas confluyeron sectores históricos del socialismo: algunos ex Nueva Izquierda, ex Megatendencia, ex militantes de la Izquierda Cristiana y Mapu, etc. Todos los cuales han sido parte, más que de una vida institucional partidaria - no por culpa de ellos sino de la falta de un partido organizado – de una forma de militar basada en afinidades personales, de lotes, grupos, de amistades con parlamentarios, de influencias, etc. ¿Es posible cambiar aquello?

Para nadie es un misterio, por lo demás, que no resultó fácil que todos aceptaran el natural liderazgo y proyección de ISABEL ALLENDE como candidata a presidenta del Partido – aunque hoy nadie discute al respecto y a todos les parece un hecho completamente natural -. No faltaron incluso los que, se sintieron entonces ‘predestinados’ a ese cargo y al no obtenerlo, se marginaron del trabajo partidario. Son las “cosas de la política”.

De lo que se trata, por tanto, a la hora de reunirnos a debatir, es justamente de corregir eso. Muy claramente:

  • a) Debatir sobre el fin al binominalismo parlamentario y sus malas influencias en el plano partidario interno
  • b) Debatir sobre cómo hacer más democrático y participativo el Partido
  • c) Terminar con los parlamentarios vitalicios
  • d) Hacer de la crítica y autocrítica un mecanismo de crecimiento partidario
  • e) Todo miembro de las Grandes Alamedas, en primer lugar, debe ser un excelente militante, institucional y fortalecedor de sus estructuras regulares y auxiliares.
  • f) Propiciar una corriente sin jefaturas ni estructuras, ni cotizaciones o lealtades condicionadas. Nos “organizamos” para tareas concretas y los liderazgos son colectivos y casuales. Tenemos vocerías múltiples y especializadas y somos enemigos de los ‘amantes del micrófono’.
  • g) A nuestras reuniones puede asistir el que quiera, porque no somos una secta y no discutimos nada que no tenga que saber el Partido y todos sus militantes. Si quiere asistir un miembro de otra corriente, será BIENVENIDO. Propongo además, dado que muchas veces las instancias grupales o corrientes políticas funcionan más que las del propio Partido, se hagan debates conjuntos donde confluyan las distintas visiones y busquemos la forma de acercarnos en el quehacer concreto, para alejarnos de lo que aparentemente nos separa: las pugnas estériles por el poder ó los cargos.
  • h) Por lo tanto, nuestras reuniones de debate deben ser informadas con anterioridad en los lugares oficiales del Partido, de modo que puedan asistir todos lo que deseen hacerlo. No tenemos nada que ocultar.
  • i) Solo así podremos ayudar a institucionalizar el Partido y generar climas de mayor confianza entre los camaradas, más entendimiento partidario, más solidaridad, fraternidad y amistad..

Sin lugar a dudas, las grandes corrientes partidarias, con antelación a eventos internos, tienen todo el derecho a propiciar una organización electoral más estructurada y formal, con vocería y programas. Pero una vez concluida esa tarea, cada uno volverá a lo suyo y las corrientes podrán continuar sus debates sobre los temas de interés, en sistemas de asambleas donde tendrá lugar la confrontación democrática y necesaria de las ideas que cada uno tenga sobre el Partido, el país y el mundo en general.

De los debates de nivel regional y nacional que GRANDES ALAMEDAS desarrollará a lo largo y ancho de Chile, saldrá un consenso de políticas en diversos ámbitos que determinarán el curso futuro de esta gran corriente que estremeció al Partido con un liderazgo que trasciende al Partido mismo. Estoy seguro de que Grandes Alamedas seguirá existiendo y espero que no sólo sea con los que hoy adhieren y trabajan en ella, sino con muchos más. No obstante, también espero que prime la sinceridad y la honestidad y que aquellos que no compartan nuestra visión, nos dejen avanzar en la magna tarea propuesta. De igual forma, si por casualidad existe algún miembro de nuestra corriente que cree tener “tejado de vidrio” en temas de probidad, abandone ahora nuestro referente y el Partido, y evite cancelar, con su permanencia, una potencial alternativa de gobierno partidario y por qué no decirlo, del propio país.


Fraternalmente,

Alberto Zerega Ponce

Comments

puebloppd said…
Estimado Alberto y Compañeros Socialistas, he escrito algo que quisiera compartir con ustedes...

Estimad@s Compañer@s:
Se nos va el año...y quiero compartir con ustedes una breve evaluación :

Porque soy Mujer de Izquierda , no puedo dejar de brindarle todo mi apoyo a la Compañera Michelle Bachelet , desde mi libre opción de militar en el PPD y como Consejera Nacional considero un deber político y moral apoyar la gestión de la primera Presidenta de Chile, todo esto sumado además a mi admiración personal y profundo respeto a Michelle Bachelet , su historia, su fuerza y energía.

Con respecto a la crisis partidaria , mi opinión es la siguiente:
El año 1999 ingreso al PPD , siguiendo el llamado de Ricardo Lagos de “apurar el tranco”
Me incorporo a un Consejo de Base de mi comuna (Santiago-Centro)
Y desde allí comienzo a participar de mi comunal , siendo electa Consejera Nacional por primera vez el año 2002.

Este año me presenté a competir al cargo de Presidenta del Regional Metropolitano,
Con la plena convicción de levantar mi candidatura para romper el consenso, al igual que el equipo de Compañer@s como Tomás Fabres y Máximo Gálvez entre otros, quienes conformamos una lista entregando al militante una alternativa de Base, en la cuál nuestra apuesta fue enriquecer el debate, poniendo experiencia y nuevas miradas , pensado Partido para mañana, promoviendo nuevos liderazgos, estimulando mas y mejores niveles de participación...

Hoy enfrentamos nuevos desafíos, no podemos mantenernos al margen de la crisis , pero si considero que debemos ser generosos y considerar que esperan quienes nos apoyan, de nosotros, de nuestras autoridades, de nuestros representantes, el Pueblo es quién nos juzgará y debemos estar preparados con humildad y altura de mira para recibir las críticas y exigencias de quienes nos aprecian y también de nuestros detractores.
Chile necesita la Concertación para consolidar la Democracia, necesitamos de igual manera incluir a los sectores hoy excluidos por el Sistema Binominal, necesitamos garantizar para los mas humildes un País mas solidario, con mas equidad, eliminar la siniestra Ley de Amnistía...y muchas deudas pendientes, sin duda para lograr estos objetivos necesitamos la Concertación, necesitamos el PPD ( mejorado y corregido por cierto) .

Querid@s Compañer@s, es tiempo de ponernos de pie , mirarnos a los ojos , organizarnos, tomarnos los espacios , hacer Partido en la calle, dignificar la labor militante, sentirnos orgullosos de ser PPD.

Un abrazo alegre, fraterno y rebelde...deseándoles un Feliz 2007


Valeria Bustos A.
Consejera Nacional PPD
puebloppd@gmail.com

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